Hola, gente! Lamento no haber publicado nada estos últimos tiempos. La verdad es que he tenido muchas cosas que hacer.
Hoy les traigo una historia corta que deriva de Una Historia de Amor y de Sangre, y trata de una historia de amor que ocurrió en la época precedente a la guerra entre los vampiros y las hadas. La iré publicando de a poco. Espero que les guste!
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Introducción
Mi nombre es Shanrya, y soy una vampira. He vivido durante más de mil años, alimentándome en base a sangre humana, y no me siento culpable por ello. Es lo que soy, y no puedo cambiarlo. La culpa no existe en la mentalidad de un vampiro, al menos no en la mía. No llevo la cuenta de cuántas personas he matado durante mi larga existencia, sería imposible hacerlo, y tampoco me interesa. Una vez, allá lejos y hace tiempo fui humana. Me cuesta mucho recordar aquellos tiempos, ya es casi como si esa parte mía nunca hubiera existido.
Que yo te diga que no siento culpa, puede hacer que pienses que los vampiros no tenemos sentimientos, o que no amamos. Eso no es cierto. Cuando un vampiro ama a alguien, ese amor es mucho más intenso que cualquier otra cosa en el mundo, y en todas las dimensiones del mismo. El amor que un humano puede sentir en toda su corta existencia, no es nada comparado con lo que un vampiro puede llegar a sentir. Ese amor puede ser egoísta de a veces, queriendo poseer por completo a la otra persona, llegando a ser extremadamente posesivos, o bien, puede llegar al extremo contrario, donde podemos llegar a sacrificarnos por quien amamos. A veces, esos dos tipos de amores pueden combinarse.
Yo he tenido muchos amores, vampiros y humanos, pero el amor de mi vida fue algo que me cambió para siempre, algo realmente inesperado. Él no era vampiro, no era humano: Era un híbrido, una mezcla de hada y humano. Él fue quien pudo reavivar mi corazón muerto. Mi Randhy, mi todo, la única razón por la cual aun no he acabado con mi larga existencia.
Me imagino que en estos momentos se estarán preguntando muchas cosas sobre Randhy y yo. No se preocupen, quiero contarles nuestra historia desde el principio. Una historia llena de amor, aunque también llena de sangre. Una historia para saborear desde el principio, aunque les advierto, no todo sabe dulce como la sangre de mi amado.
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